- Yoga para Embarazadas

Existen varios motivos por los que el yoga es una de las prácticas que más se recomienda para las embarazadas; y es que además de ser una actividad física de bajo impacto, practicar yoga durante el embarazo, ayuda a reducir el estrés y aumenta la función inmunológica. 
 

Por otro lado, el yoga enseña a relajarse a través de la correcta respiración. Ésta es la clave para el control de nuestro cuerpo y nuestra mente. Aunque a primera vista parece poco importante, una correcta respiración ayuda a combatir el estrés relajando el sistema nervioso.
Saber relajarse es especialmente útil para las contracciones y durante el parto; en este momento el cuerpo libera una hormona llamada oxitocina que reduce el dolor y baja la ansiedad y la tensión, por lo que cuanto más distendido se encuentre el organismo, más fácil resultará dar a luz.

Es importante mencionar que se forma una conexión aún más fuerte entre la madre y el bebé, ya que tanto la madre como el  bebé participan en los ejercicios y se dan un tiempo a solas, lejos de las preocupaciones y los quehaceres diarios. El yoga ayuda a reforzar la conexión entre ambos y a que la madre sienta a su bebé, incluso notando qué posturas le gustan más o menos según sus reacciones
 

• Es bueno para el bebé. Los bebés tienen corazones más fuertes, y esto se mantiene durante su adolescencia y juventud. Fortalece el corazón y los pulmones ya que se realiza ejercicio cardiovascular.
• Mantiene ágil a la mujer durante la gestación.
• Ayuda a la mujer a gestionar sus emociones, a mantenerse relajada y a vivir su embarazo con tranquilidad y bienestar.
• Promueve la mejora de los cambios de humor en la madre y ayuda a controlar los miedos durante el embarazo
• Asistir a clases de yoga permite a la mujer embarazada dedicar un tiempo para sí misma, para conectar con su cuerpo y con su bebé y prepararse para recibirlo relajada y equilibrada.
• Tonifica los músculos ayudando mucho el día del parto y en la recuperación.
• Estimula y mejora la circulación sanguínea, (que es como le llegan al bebé todos los nutrientes y oxígeno) y el retorno venoso de las piernas, previniendo la aparición de edema o várices.
• Mantiene la mente lejos de molestias y preocupaciones.
• Es una forma de incrementar la fuerza de voluntad.
• Es probable que se gane menos peso, pero manteniéndose en el rango saludable. Esos kilos extra, que no son necesarios y solo dan dolor de espalda y que hacen sentir peor, en promedio, son alrededor de 3 kilos menos que en las embarazadas que no hacen ejercicio.
• Mejor dormir. Una parte importante del Yoga para embarazadas se centra en mejorar la calidad del sueño. También su número de horas, pero sobre todo la calidad. La movilidad estando embarazada es más limitada y cuesta más dormirse, pero con algunos ejercicios se podrá dormir bien. Por otra parte, mejora el descanso de cara al futuro porque esas técnicas se aplicaran para siempre, hasta el punto de que con el tiempo se realizan inconscientemente.
• Reduce el riesgo de preeclampsia, una complicación del embarazo relacionada con el aumento de la presión sanguínea (hipertensión), principal causa de los partos prematuros.
• Reduce el riesgo de diabetes gestacional hasta un 27%. Los índices altos de azúcar en sangre durante el embarazo conllevan el riesgo de contraer diabetes tipo II en la década posterior al parto, y aumenta el riesgo de que el bebé sea prematuro. Al hacer yoga para embarazadas se reducen estos riesgos.
• Disminuye la ansiedad, e incluso puede hacer que desaparezca, dependiendo de la dedicación y el tiempo.
• Ayuda a conservar y aumentar la confianza en sí misma.
• Hay ejercicios específicos para mejorar la respiración. Esto es muy útil durante el parto.
• Ayuda con el dolor de espalda.
• Disminuye el estreñimiento y las dificultades digestivas, como la acidez.
• Junto con una dieta alta en fibra mantiene el sistema digestivo a punto.
• Baja la inflamación en ciertas partes del cuerpo.
• Aporta flexibilidad y elasticidad a los músculos.
• Aumenta el nivel de energía, lo que se traduce en un mejor estado anímico. 
• El parto puede ser más corto. Quienes continúan haciendo ejercicio sencillo durante el embarazo tienen partos de dos horas menos de media respecto a las que lo dejaron, o no hacían deporte antes.
• Incrementa las probabilidades de tener un parto natural, bajando las probabilidades de que se requiera una cesárea. Se ha descubierto que el riesgo de cesárea es 4 veces menor en los casos en que la mamá realiza ejercicio habitualmente
• Contribuye a una mejor recuperación postparto.

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